Mujeres con curvas

Luego de unos años en que la mujer con figura espectacular era la que parecía un lápiz, al fin vuelven las curvas, algo que he extrañado en cada chica que me pasa por al lado en todo momento.

Cada vez que veía a la espectacular Katherin Zeta Jones, quien me hizo ir a la cama con un cosquilleo irresistible cuando la vi con Antonio Banderas en la peli «La marca del zorro», sin nada de nada, me daban ganas de llorar. Y eso que dicen que los hombres no lloran. ¿Cómo es posible que esta chica espectacular se quitara sus curvas? Lamento decir esto para los que ganan su vida con la cirugía estética pero odio la liposucción que me ha privado del  espectáculo de un trasero envidiable y de las caderas de más de 100 mujeres adorables.

Aún me pregunto si los demás hombres del universo, de verdad, encuentran sexys a esas figuras que se mueven por las pasarelas exhibiendo no sus curvas, sino su bien formada osamenta que está bien visible por debajo de la piel.

Como para gusto están los colores, me quedo con la mujer que yo pueda pasar mi mano por su costado mientras está tumbada de lado en la cama ¡qué suave!, yo disfruto curveando, que no rectando, que quede claro, que mi pasión es conducir por una carretera de curvas temerarias. Las rectas me dan picazón, bostezos y hasta repugnancia.

Solo tenemos que mirar las fotos de Marylin Monroe para percatarnos de que la mujer es sexy de verdad cuando nos muestra una anatomía envidiable. Dejemos a los diseñadores Valentino y Karl Lagerfeld, entre otros muchos, con su pasión por las modelos lápiz,  o mejor sería decir espaguetis, a quienes no les quedó más remedio que aceptar esos cuerpos porque, quizás, sus costureras se sentían incapaces de coser la ropa para las curvas, quién sabe. Y dispararon la fama de la mujer sexualmente perfecta con ese cuerpo nada apetecible por beneficio propio. Tontos los que le han seguido, ninguna de ellas me inspira irme a la cama con calentura como lo logró en otro tiempo la bellísima Zeta Jones.