¿Cuántas veces pensaste tener un rollito de unos días y te encontraste involucrado en un problema mayor? Es el eterno dilema al que nos enfrentamos los hombres cuando la chica comienza la relación de manera ocasional, según sus mismas palabras, “lo mío es la aventura, pasarlo bien, no quiero comprometerme” pero de lo que dicen, a la realidad hay un océano de por medio.

Si la relación va muy bien, hay mucho disfrute sexual, los encuentros son esperados por ambos como agua de mayo, gozan sin límites y luego cada uno sigue su vida como siempre, ¿por qué llegar a comprometerse formalmente? Aún las chicas no se percatan de que lo que queremos es una aventura muy picante, fogosa, cerebral y corporal pero nada más. Lo que disfrutamos es  tan perfecto que se llegan a creer que queremos llegar a más, ¿por qué ellas siempre empiezan de una manera y al paso del tiempo cambian su manera de pensar? ¿Por qué pretenden que dejemos nuestra vida hasta ahora acomodada en casita con nuestra mujer y quieren que rompamos nuestro confort para ir tras ellas? Sí, queremos ir tras ellas, pero como están las cosas, no más allá.

Parejas formales
Parejas formales

Amigos, si han llegado a una relación de pareja que comenzó como aventura ocasional y de momento se ven envueltos en una tórrida situación, no lo duden más y rompan los lazos. Cuando las mujeres se empecinan, son demasiado atrevidas y hacen hasta lo imposible porque termines tu compromiso formal y te quedes solo con ella. Te persiguen, te bloquean, llevan el terror a tu casa porque tratan de que tu pareja se entere por cualquier medio, son, en una palabra, el peor enemigo de tu estabilidad.

No lo pienses mucho y termina cuanto antes ese rollo que solo te traerá problemas y consecuencias muy graves para el futuro.

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