Son tantas las que hemos caído una y otra vez en relaciones problemáticas, que no hay manera de acabar de cortar con ese vínculo, decimos, ¡nunca más!, y solamente basta que estemos solas para que de nuevo caigamos en ese vacío.
Empezar otra vez con lo mismo en una relación de pareja acaba, de manera drástica, con nuestra autoestima. El miedo a quedarnos solas y no tener a alguien con quien compartir ratos de alegría, de vacaciones o simplemente, los triviales, nos convierte en dependientes absolutas de la manipulación de una mala pareja. En cuanto decidimos dejarla, ya estamos pensando en la siguiente, con el próximo fracaso a la vista.
Se conoce como anuptafobia a ese sentimiento irrefrenable de preocupación y miedo a no tener pareja, aún cuando ya sabemos por nuestra propia experiencia que las cosas no han salido bien. Siempre tenemos esperanza de que haya un cambio, que aparezca el hombre soñado, y si no lo hallamos, al menos otro que nos ayude en la soledad, a pesar de sus defectos.
Un problema mayor ocurre cuando sabemos de que ese chico no es lo que buscamos pero por temor a buscar a otro y que no aparezca, aceptamos que se vaya a vivir a nuestra casa, nos liquida la tarjeta bancaria, convierten nuestra vida en un caos absoluto y no hay manera de salir después de esa relación, como no sea con serios problemas. En esos casos, la culpa ha sido nuestra, porque por nuestra anuptafobia, tomamos una decisión urgente sin pensar en consecuencias.
Si padeces de este enorme problema, tienes que pedir ayuda de inmediato, no sabes vivir sola, y todo te sale mal. Otra cosa es la vida con nuevos ojos, convertirte en una soltera deseada, disfrutar cada minuto en que disfrutas de tu soledad y comenzar a ser apreciada por los hombres. Porque de eso se trata, mientras tienes dependencia a ellos, no te valoran, si eres una chica independiente que no quiere complicarse en relaciones, los enamorados secretos llueven a tus pies. Sí, son las paradojas de la vida que tienes que aprender a conocer con profundidad.
comentarios (0)