Supe lo que era realmente la vida, cuando un día me amé de verdad yo mismo, y recapacité en lo que había sido mi existencia hasta ese  momento.

Comprendí que en cualquier circunstancia yo estaba en el lugar correcto… en la hora correcta… en el momento exacto…. esto es autoestima.

Me di cuenta que mis angustias y sufrimientos emocionales no pasan de ser una señal de que voy en contra de mis verdades…. esto es autenticidad.

Dejé de desear que mi vida fuese distinta y comencé a ver que todo lo que sucede contribuye a mi crecimiento…. esto es madurez.

Comencé a entender que es ofensivo forzar alguna situación o a alguien solo para realizar mis deseos, aun sabiendo que no es el momento o la persona no está preparada, inclusive yo mismo…. esto es respeto.

Comencé a despojarme de todo lo que no fuera saludable… personas, tareas, cualquier cosa que me desanimara…. esto es amor propio.

Dejé de temerle a mi tiempo libre y de hacer grandes planes. Abandoné proyectos a muy largo plazo. Hoy hago lo que considero correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo…. esto es simplicidad.

Desistí de querer tener siempre la razón, y con eso, cometí menos errores…. esto es humildad.

Dejé de revivir el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora me mantengo en el presente, que es donde la vida realmente ocurre… esto es SABER VIVIR

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