¿Debemos tener sexo en la primera cita?

Nos encanta vivir al máximo una situación de placer lo mismo que si vamos a una fiesta o si disfrutamos de las vacaciones. Si hay sexo fogoso, el gustazo es enorme. Esa chispa que se agranda y agranda y no queremos que se apague, es el sueño de todos, ¿quién no ha deseado una noche loca, con sexo desbordado, donde ocurra de todo lo imaginado y no tenga fin?

En nuestro cerebro puede quedar grabada esta fantasía durante años. Otra cosa es cuando logramos materiarizarla con una pareja y creemos que ese goce erótico tan profundo será eterno. ¿Quién no han pensado alguna vez así? No nos gusta pensar que este placer es efímero.

Pongamos el ejemplo de Pilar, una joven que acudió a una página de contactos para vivir la experiencia de conocer gente nueva y sentir el sexo de otra manera. Asegura que todo iba muy bien mediante los mensajes y que cada vez necesitaba mantener más contacto con Carlos, uno de los usuarios que conoció en esa web. Por fin, una noche de sábado decidieron citarse en una discoteca y gozar de los placeres de la música y la bebida, luego, el sexo completaría todo lo imaginado. Como esperaban, el sexo fue salvaje, la pasión sexual se desbordó y gozaron como nunca. Por supuesto, una segunda cita fue concertada con prisas.

Esa segunda vez fue la que le dio el toque de realidad a la relación. Ya no fue ni tan ardiente, ni tan creativa, pues las cosas salieron de manera diferente. Aunque este ejemplo no generaliza las relaciones de pareja, según Ninon de Lenclos, el amor casi nunca muere de hambre pero sí de indigestión. Y lo mismo podemos señalar para el sexo. Por eso, recomendamos llevar la relación paso a paso si desean verse a menudo. Es mejor dejar abierta algunas puertas que cerrarlas todas de golpe, porque, sin duda, encontrar esa pareja ideal que buscamos para el sexo no es tan fácil, ni tampoco en las páginas de contacto, pero también está Fuegodevida que te pones las cosas más fáciles.