En el cine, en la literatura, en la música: el sexo está en todas partes y es un elemento esencial de nuestro día a día, aunque no siempre nos demos cuenta. Muchas veces lo vemos de forma explícita, como en las escenas sexuales de las series televisivas o en los videoclips, pero muchas otras aparece de forma más sutil: es el hilo conductor de las campañas de moda y, también, el de canales como la prensa rosa.

Su papel preponderante aparece en todos los medios habidos y por haber: en los medios, por ejemplo, se intenta generar atracción hacia cantantes, actores o modelos jugando con su sexualidad para promocionar marcas y productos. El marketing ha sabido sacarle un gran partido a la cara más sutil del sexo y, por ahora, no está funcionando nada mal.

En otros canales es posible encontrarlo de forma más explícita: en las últimas dos décadas, las series de televisión han dado un gran salto en este sentido y, donde antes había solo sugestión y puntos suspensivos tras la cámara, hoy encontramos orgías, prostíbulos, violaciones e incluso relaciones incestuosas en multitud de títulos. Juego de tronos, True Blood o Californication son buenos ejemplos de la presencia del sexo en la pequeña pantalla.

Lo mismo sucede en el cine: el sexo ha pasado de ser una invitación al espectador para que imagine lo que quiera a mostrarse de forma clara y rotunda, lanzándose incluso filmes dedicados a este tema en su totalidad como Nymphomaniac, Lucía y el sexo o Habitación en Roma. Sexo, cuestiones psicológicas y mucho arte que traen desde el sexo más íntimo y sensual hasta las escenas más salvajes.

Y, cómo no, el sexo también es un peso pesado en el mundo de la literatura: Cincuenta sombras de Grey no ha sido más que la punta del iceberg, el best-seller que ha descubierto al mundo que la literatura erótica está ahí y, de hecho, lleva mucho tiempo viviendo en la sombra. Y si no, que le pregunten al bueno del Marqués de Sade y a la pobre Justine, que veía cómo sus virtudes solo le reportaban vicio, sexo y un negro futuro, ¿verdad?

El sexo es protagonista de nuestras vidas y está presente en prácticamente todos los sectores, seamos conscientes de ello o no. Y tampoco debe sorprendernos teniendo en cuenta que es un lenguaje universal y que es uno de los instintos más básicos del ser humano, ¿verdad?

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