A la hora de ligar por Internet, la primera cosa que valoramos es la foto de perfil de la otra persona, ¿verdad? Es la línea de fuego que marca la diferencia entre querer saber más de esa persona o seguir buscando a otra más interesante; y, admítelo, si finalmente decides hacer clic en ese perfil lo primero que harás será mirar todas y cada una de las fotos que tenga publicadas.

Porque, seamos sinceros, por mucho que estemos ligando lo primero que nos interesa es el físico de la otra persona, y seguro que tú también tienes tendencia a ir primero a por las más buenorras del portal, ¿o no? Bueno, es normal y no está mal ni mucho menos pero, claro está, las chicas guapas, con una sonrisa de infarto y un cuerpo de escándalo siempre son las más solicitadas, tanto en la vida real como en la red.

Así que si quieres llamar su atención tendrás que probar con algo más ingenioso que el típico “hola” o un mensaje subido de tono que, probablemente, acabe en la papelera antes siquiera de que acabe de leerlo. Y es que si una cosa está clara es que los guapos ligan con quien quieren, y al resto nos toca sacarle punta al ingenio para llevarnos el gato al agua… O bajar el listón cuando la derrota es evidente, claro está.

Y seguro que hay chicas menos monas que son más simpáticas, más inteligentes, más divertidas, más apasionadas y más de todo, pero aun así, muchos siguen empeñados en vetar las puertas a una posible relación solo por seguir persiguiendo a las más guapas del lugar. Pero seguro que también te ha pasado justo lo contrario: una chica que parecía preciosa en su foto de perfil ha acabado pareciendo casi otra persona en la foto siguiente… ¿Y qué has hecho entonces? ¿Eres de los que se paran a leer el perfil para ver si hay afinidad más allá de esa primera impresión o, más bien, pones pies en polvorosa para intentar cazar a la siguiente tía buena que te aparezca en el buscador?

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