Noticias como el caso de una niña de cinco años atacada por un rottweiler en un parque infantil de Barbate (Cádiz) son muy frecuentes. Es más, las mordeduras caninas se consideran ya un problema de salud pública en los países desarrollados.

Por este motivo, y dadas las consecuencias físicas y psicológicas que estos incidentes acarrean, los expertos reclaman medidas preventivas que protejan a la población infantil.

En este sentido, la última voz se ha escuchado en Boston (EEUU), durante la celebración de la reunión anual de la Academia Americana de Otorrinolaringología y Cirugía de Cabeza y Cuello. Vikram Durairaj y su equipo, de la Universidad de Colorado en Denver, han presentado los datos de un estudio, el más amplio de este tipo, en el que se analizan los casos de menores de 18 años que requirieron asistencia médica por culpa de una mordedura de perro en el último lustro.

Los menores de cinco años sin supervisión son, al parecer, los que más riesgo tienen de ser mordidos, en un 89% de los casos por un perro conocido.

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