Aún nos queda una asignatura pendiente en los temas sexuales, aceptar la bisexualidad de manera que no exista ni rechazo ni se mire como una situación distinta a la norma.

Solo cuando eliminas de tu mente cualquier duda sobre esta práctica sexual, te convences de que en el sexo no hay normas capaces de impedir la satisfacción plena. De eso se trata, de disfrutar con el goce donde sea y con quien sea, ¿acaso alguien sale dañado si es de mutuo acuerdo? Por supuesto que no, todo lo contrario, en una práctica sexual donde se disfrute unas veces con un sexo y otras con otro, o cuando intervienen tres personas de distinto sexo, hay mucha pasión que se desborda.

Aquellos que practican la bisexualidad afirman que es la artillería pesada del sexo, más aún que las situaciones sadistas y masoquistas, o cualquier otro tipo de juego erótico. La afirmación está bien fundamentada en la adrenalina del morbo con cuerpos distintos, donde experimentar vale con todas las posibilidades.

La relación sexual de una mujer o un hombre bisexual tiene tantas posibilidades de gozar extremadamente, que es  imposible sentirse defraudados si con un sexo determinado no se siente bien excitado. Siempre queda el otro cuerpo que le favorece protagonismo.

Confieso que aún hay miles de personas incapaces de saber qué buscan en la relación de pareja, esa pareja que por dogma nos han impuesto, sexo femenino con masculino. Andan de un cuerpo a otro y aunque encuentren al principio cierto placer, al poco tiempo se disipa. Ellos/as no lo saben, pero su problema, en el 70% de los casos, reside en que solo sentirán el goce completo cuando  tengan una relación homosexual.

Por supuesto, se puede mantener la bisexualidad, unas veces con uno y otras veces con otro, porque así se complementan. También es cierto que algunos descubren su verdadero camino  para alcanzar los mejores orgasmos con la homosexualidad, pero no siempre esa sí, sino la combinación de ambos.

Y, como dije al principio, aceptar esta práctica sexual es una asignatura pendiente en nosotros mismos, ¿por qué no  probar para saber si es eso lo que buscas? En las páginas de contacto hay cientos de chicos y chicas que solicitan disfrutar esa experiencia, son muy privadas y seguras, sin dudas, el mejor lugar para indagar un poco más sobre tus verdaderos placeres.

comentarios (3)

comentarios (3)

No publicaremos tu correo electrónico