Por: Antoniete

Mantener sexo en un coche es incómodo, pero cuando no dispones de una cama cómoda y te da un calentón cualquier sitio es bueno. Sólo necesitas un coche y un lugar íntimo donde no te molesten. Conocí a una chica llamada Ainhoa en fuegodevida, pero ella era de Bilbao y yo de Madrid. Aunque físicamente no podíamos encontrarnos estuvimos un tiempo escribiendo mensajes. Ella era muy atractiva, y unos treinta y dos años muy bien llevados. Lo que más me gustó de ella era su culo y sus tetas, no lo pude evitar soy un tío de costumbres, y una 100 me llamaba mucho la atención, no os voy a mentir. Nos enviamos varias fotos desnudos y después de un tiempo de tonteo saltó el feeling. El problema era que yo estoy casado y no podía ausentarme de mi casa, sin dar explicaciones y ella supongo que también tendría sus líos porque tampoco se podría acercar a Madrid.

La diosa fortuna hizo que por motivos de trabajo tuviera que irme a Santander un par de días. Ni lo pensé un momento, y una noche cogí el coche y en poco más de una hora me planté en Bilbao, la chica bien merecía el camino. Una vez allí propuse irnos a un hotel, pero ella no tenía demasiado tiempo. Así que la opción del coche no me pareció tan mala.

Al parecer ella estaba más ducha que yo en hacerlo en un coche y aunque soy relativamente grande nos apañamos muy bien, y tomé nota de las diferentes posturas. Yo conocía la del «Misionero abatible«. Es la que siempre había hecho. En el asiento del aompañante y ella sentada con el asiento completamente reclinado, con las piernas abiertas y yo encima. No me importaron los golpecillos contra el techo.

Pero ahora viene lo bueno. Ella me enseñó la «Vaquera». Yo me acosté en el asiento trasero y ella se arrodilló a horcajadas encima mío. También me enseñó «Doble conductor«. Yo me senté como si estuviera conduciendo y ella sentada sobre mi como si estuviera conduciendo. Y la clásica «69» en el asiento de atrás. Unas horas muy bien aprovechadas y un gustazo enorme de conocer finalmente a Ainhoa. Desde la Universidad que no había practicado sexo en el coche, y después de esta experiencia, no es tan mal sitio como lo recordaba. Por cierto, Bilbao una ciudad muy bonita muy bonita, sobretodo la zona del Mirador de Lamiako.

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