Los clubes especializados en prácticas sexuales hasta hace poco comunes, cuentan ya con los dedicados al voyeurismo, donde el morbo y la fantasía van juntos para que el sexo de la pareja que acuda sea mucho más caliente.

El voyeurismo es ya una práctica habitual en fiestas particulares, pero que se extienda a los clubes suscita más emoción entre los que buscan su placer. En estos, se practica el sexo delante de otras personas que son extraños, y estas personas pueden también tener sexo mientras lo hace la otra pareja, o sencillamente, miran.

Destapando todas las inhibiciones que produce un orgasmo ante otros, las parejas que lo realizan se sienten mucho más calientes, y realizan posturas, mamadas y todo lo que sea porque en efecto, están mucho más excitados abiendo que son mirados.

Para los que crean que es una práctica demasiado fuerte, les recuerdo que los actores y actrices célebres deben hacer el amor para sus filmes, sin ser pornográficos, ante todo el equipo de filmación, y es lo que los lleva a excitarse tanto para una escena en que se necesita precisamente esa potencia sexual. Aunque muchos no lo reconozcan, la experiencia les gustó muchísimo, y son capaces después de repetirlo en sus fiestas privadas.

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