Consejos para disfrutar de un sexties

Me imagino que cada fin de semana o en los puentes, muchas chicas y chicos se preparan para una de las emociones más abiertas y picantes  de sus noches, vivir a plenitud un sexties. Aunque, una cosa es querer vivirlo y otra, regresar a casa con las ganas nada más.

Pensemos bien cómo podemos llegar a terminar el día en la cama, con un chico o una chica, y que todo sea como queremos, apasionado y caliente.

Lo primero es escoger el lugar a donde nos dirigimos, ¿dónde encontrar personas que como tú, desean lo mismo para finalizar la noche? Imposible pensar que te tocará a la puerta un chico guapísimo y te dirá…”Hace tiempo que te deseo, ¿me aceptas esta noche en tu cama?”. Por una parte, nadie lo hace y por otra, ¿quién  acepta así de una vez semejante relación sexual?  El sexties se basa en la química que ocurre antes de decidir si terminan en un cuarto, en un garaje o en un hotel, que para el caso es lo mismo siempre que haya una relación sexual de esas que impactan y se convierten en inolvidables.

El que busques el lugar propicio es solo el inicio: piensa bien: una discoteca, una cena, una boda, una salida al cine, a una cafetería, ir de marcha, todo cabe si sabes que habrá la posibilidad de disfrutar después con alguien de los allí presentes.

Si ya escogiste el lugar al que irás, piensa ahora en la ropa que te pondrás, ¡sexy todo el tiempo! Depende de la ocasión, teniendo en cuenta  la hora y el lugar, así será como debes vestir, recuerda que quieres atraer las miradas de una pareja, pero no para que miren si vas con ropa de buena marca, sino para atraer sexualmente a alguien. Ropa, zapatos, accesorios y si es posible, a lucir cochazo que siempre funciona.

El próximo paso es ir preparado/a. Y no por dejarlo para el final es el menos importante, ¡nunca olvides los preservativos, los geles, perfumes, pañuelos desechables, y dinero!, ¿te imaginas que se puede presentar? Seguro que no, así que por si acaso y como lo tuyo es ligar, ve con un kist de estos elementos, porque quizás, aunque quieras llegar a una habitación para tener sexo, los deseos se disparan y comienzan y terminan en un ascensor.