La acción de cruzar los brazos, aparece como señal de mala educación entre muchas posturas del cuerpo. Pero es más terrible todavía el efecto que produce en nuestro cuerpo cuando lo hacemos a menudo.

Hacerlo, acentúa las arrugas del cuello, las que poco a poco van saliendo y es imposible tratar de disimular ni siquiera con cirugía y lucir escotes se convierte en una pesadilla para todas.

Caminar meditabunda o cabisbaja, con la espalda encorvada, es un de las cosas que nunca debes hacer. Por un parte, la espalda se encorva para siempre, y la barbilla se vuelve flácida.

No hay nada como caminar derecha, con la vista al frente, esa postura es elegante, te saca lo más sexy de ti y permite que puedas meter la barriguilla para dentro y disimular esas libritas de más en el abdomen. Además.. ¡demuestras desenvoltura en tu caminar, seguridad y no te arrugas!

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