Por mi propia experiencia, que por suerte ya dejé atrás en el pasado, sé lo que es despertar el día de Navidad con un hombre malhumorado, es como atravesar un volcán en plena ebullición.

Después de una noche de fiesta, con risas, bebidas y muchos platos sustanciosos para cenar, lo menos que quieres es tener que lidiar al amanecer con un gruñón que busca discusión y problemas por todas partes. La casa en calma, dolor de cabeza y ahí está él, que se levantó más temprano que nadie y tira cosas, pelea, vocifera, un verdadero calvario, de veras.

Hombre mal genio
Hombre malhumorado

Si ya te imaginas la situación y tu pareja es de esos negativos que se levantan cada día con malhumor, ya sabes lo que te espera el próximo día 25 de diciembre. Por eso te aconsejo seguir estos pasos que muy bien te vendrán para que la resaca de la Nochebuena no te haga sentir peor:

– Evita discutir con tu pareja gruñona, si anda como león enjaulado buscando pretextos para saltar, no le des ese gusto. Lo mejor sería hacerle señas con la mano para indicarle  que te duele la garganta y le das la espalda.

– Si en algún momento se calla, ni se te ocurra preguntarle siquiera por las llaves del coche, cualquier motivo es ideal para ellos para comenzar con su mal genio y discutir sin control.

– Trata de que vaya a la ducha y se despeje, es increíble lo que el agua hace en esos momentos con ese malhumorado. La sensación del agua por el cuerpo reduce en un 80% esa agresividad que tienen los que se levantan de manera tan insoportable.

– La música, aunque sea suave y selecta para su gusto, no funciona en esos momentos. El único sonido que se permiten es el de su propia voz disgustada

Por nada del mundo tengas sexo con él así, será frustrante para ambos.

– Prepárale un desayuno suculento, mientras come, menos discute.

– Si es posible, levántate antes que él y haz lo que debes hacer temprano, cuando empiece a discutir, sal de la casa con un portazo.

Recuerda que pasada una hora o dos, esa agresividad mañanera pasa, no cometas el error de seguirle la corriente y discutir también, luego te arrepentirás.

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