Tuve un experiencia con una amiga que me dejó por un tiempo traumatizada, pero que hoy me ha servido para endulzar mis relaciones sexuales y añadir más morbo al sexo con mi pareja.

Estando ya casada con mi actual esposo, una de mis mejores amigas tenía sexo con un chico muy atractivo y con el que yo misma tenía un affaire. Ni ella decía nada, ni yo tampoco, y cada una mantenía la imagen de buena esposa con la otra, pero, lamentablemente, mi atractivo y guapísimo don juan estaba al tanto de nuestra amistad y parece que disfrutaba teniéndonos a las dos en su lista.

La bomba estalló un día en que por casualidad, lo encontramos en una cafetería con otra chica. Las dos, cada una a nuestro modo y aparentemente discretas, estábamos rabiando y mirábamos de soslayo sus atrevidas caricias y el romance que parecía disfrutar con la chica más joven y más guapa que nosotras. Por supuesto, rebosaba esa juventud que solo se puede disfrutar 12 meses cuando vivimos los 20 años.

Como era imposible seguir fingiendo, le conté a ella mi affaire y ella, asombrada, me confió el suyo. El asombro de las dos no tuvo límites.

¿El resultado? El chico sexy quedó relegado a la categoría de agua pasada y nosotras dos, demostrando que la amistad vale más que una aventura sexual, seguimos tan amigas como siempre. Aunque, lógico, a veces la comparo conmigo y me parece que ella ya no es tan encantadora, pero la imagino teniendo sexo con mi ex y me da cierto morbo que no puedo evitar. Algo gané en definitiva, ¿qué creen ustedes? .

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