La frigidez o ausencia de placer llega a ser una de las más conocidas maneras de no poder tener una relación sexual con gusto y con armonía para la pareja.

Más allá del orgasmo, la frigidez se define por la ausencia total de placer sexual y que trae ausencia de pensamientos eróticos, mientras que el cuerpo no reacciona a ninguna forma de estimulación: los órganos genitales no responden a las caricias ni a la excitación y la vagina permanece seca.

Las relaciones sexuales en que la mujer se encuentra en este estado no sirven, así de sencillo es el problema. Solo llegan a perdurar si son pareja de muchos años que ya continúan la convivencia pero con reproches por un lado u otro. El hombre, recrimina a la mujer por fría, y la mujer, al hombre por ser demasiado fogoso y querer solamente sexo sobre otras importantes prioridades que para ella sí tienen sentido.

Estas relaciones sin sexo placentero se viven como un deber, incluso como un fastidio y se practican con indiferencia, mientras que las que sí responden a estas normativas femeninas tienen todas las de ganar.

 

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