Ser un hombre falso es una virtud entre el sexo masculino, mientras más lo sea, más méritos alcanzará entre los de su especie. Gozan de prestigio porque hacen sufrir y engañan con la misma facilidad con la que duermen, aunque, no sé cómo pueden dormir bien, pero bueno, así son ellos.
Veamos algunos ejemplos de ese hombre que es falso pero que nos tiene engañadas aunque hay signos visibles de hasta dónde llegarán con nosotras, que es, por supuesto, a ningún lado.
– Siempre tiene un tiempo especial para hablar de su ex, no importa que sea en forma negativa, ella está entre ustedes como una sombra.
– Cuando se conocen, siempre está haciendo planes perfectos contigo, son planes bellísimos, esos que todas quisiéramos vivir, pero se quedan siempre en lo mismo, en una simple ilusión sin materializar.
– No hace planes para el futuro aunque no deja la puerta cerrada del todo, por lo que pueda pasar y te muestras indecisa en si mantener o no la relación «por si acaso…»
– Se conocen, se aman y de repente ni sabes de él. Luego de un tiempo, que puede ser largo o menos largo, vuelve a aparecer en tu vida como si hubiera sido ayer la última vez que se vieron.
– Al estar sufriendo una ruptura amorosa, te llama y te llora sus penas para que le cojas lástima y los mimes, en ese momento no puede estar solo. Si esa «pareja perversa» decide recogerlo de nuevo, ni se acuerda de aquella que les hizo el favor cuando lo necesitaron, o sea, de ti.
– Te aclara siempre que no quiere perder su independencia, por lo tanto, cuidado con enamorarte, lo vuestro es sexo, solo eso y si lo quieres así, es todo lo que puede darte, nada más.
– Te deja claro que quiere encontrar, alguna vez, a su chica perfecta, lo que se traduce perfectamente en que esa chica no eres tú, aunque te esfuerces por ser como él quiere que sea su ideal femenino.
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