Uno de los valores en la mayoría de las parejas es la confianza. La confidencia forma parte de ello. Comparten su vida, sus ilusiones, sus secretos.

Cuando comienzan a creer que la relación es duradera, entonces comienzan a confesarse secretos. Desaparecen las ataduras y comienzas a demostrar tu verdadera personalidad. La verdadera unión está en el conocimiento mutuo.

No solo vas a informar, sino que también escucharás. Quizás él tenga secretos no deseados para ti. Está muy bien que haya confianza, comunicación y franqueza. Pero recuerda que todo tiene sus límites.

Hay secretos que no debes sacar a la luz. Él pregunta y pregunta sobre tu pasado, lo quiere saber todo. Puede ser que tu respuesta acabe con su ego y derrumbarlo. Evade esas preguntas o, sencillamente, miente.

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