La depresión posparto es aquella mantenida por meses de una recién parida. En un gran número, las mujeres al parir sufren una leve forma de depresión, pero desaparece en dos o tres semanas.

La depresión posparto se caracteriza por una subrayada inapetencia, llanto sin causa supuesta, irritabilidad hacia los demás, incomunicación, confusiones, perturbaciones del sueño, sentimientos de culpa, autocensura y baja autoestima. En algunos casos las madres se sienten invalidadas de realizar sus acciones cotidianas, incapacidad de cuidar al bebé, rechazo o pretensiones de hacerle daño, ideas de suicidio y perturban mucho su relación de pareja.

En las manifestaciones agudas puede afectar al bebé. Con el tiempo aprenden a caminar tardíamente, sufren variaciones en su progreso emocional y son más pausados sus procesos motores. Además manifiestan problemas en la concentración ante un objeto y rechazo al contacto afectivo.

Los bebés suelen demostrarlo con crisis de llantos que hace que la madre se sienta más incompetente y profundice la situación tensa con el padre que no encuentra la manera de actuar en busca de una solución. Lo importante es detectar el problema a tiempo y buscar ayuda profesional.

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