Muchos creen que una persona limpia y no promiscua es un candidato perfecto para tener relaciones desprotegidas. Las apariencias engañan y esto es un error craso. A veces, una sola relación desprotegida es suficiente para enfermarse.

Las infecciones de trasmisión sexual son trasmitidas por relaciones sexuales con penetración y sin condón; también, por juegos sexuales bucogenitales. El SIDA, el Condiloma y el Herpes genital, no se curan; aunque las dos últimas no matan.

Lo correcto es precaver para no tener que lamentar. Si se inicia una relación, hay que conocer muy a fondo a la persona para poder llegar a una relación sexual sin protección. Si no sabes con exactitud el pasado de ese alguien con quien comienzas a salir, debes protegerte en todo momento.

No interesa su raza, su ideología, su intelecto, su profesión. Nadie está excepto de contagiarse de una infección de trasmisión sexual. Es preferible esperar la seguridad y la certeza de que esta persona es sana por completo para poder tener relaciones desprotegidas.

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