Cuando entre una pareja existen conflictos latentes no hay manera de que el sexo sea recordado cuando llegue el momento. Todo lo contrario, lo que sucederá es que cada uno mirará su parte del problema y levantará su propio muro.

Siempre que quedan rencores, enfados, problemas de censuras de una parte u otra y hasta disgustos familiares, la apatía sexual incidirá sobre la pareja.

Casi siempre ese conflicto no resuelto sale a relucir en algún momento, o por carencia de motivación, o porque en el momento cumbre alguno de los dos recuerda el problema y lo saca a relucir,.. ¡en pleno coito! Y sin dudas, no hay nada más lamentable.

La situación de distanciamiento entre ambos se abre más cuando ocurre durante el sexo, pues una manera de sentirse libres y amados es precisamente ese momento, y cuando una situación límite se interpone, difícilmente se volverá a arreglar la comunicación.

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