Son muchas las publicaciones y escritos que hablan a favor de la mujer. No todo debiera ser así. Es bueno destacar que a veces ellas no son tan merecedoras de tantos elogios.

Son justos todos los honores que se han ganado, pero muchas veces son las agresoras del sexo masculino. No se juzga el patrón de conducta de ellas que arremeten con una respuesta grosera a una frase delicada que le insinúa un hombre.

Si el hombre es de carácter recio, es un abusador; pero si es delicado y cariñoso, entonces es un tonto al que le pasan gato por liebre. Se reúnen entre amigas para planear en contra y burlarse de aquellos que suelen ser atentos y tiernos.

No se trata de buscar buenos y malos. Si se habla de la conducta de los hombres, también debería ser criticado el actuar de las mujeres. No todas las desgracias de ellas son causadas por los hombres malvados. En ocasiones, cada cual se labra su propio destino.

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