Además de ser gustado en las comidas como ensaladas el pepino tiene propiedades que le proporcionan otros usos. Este vegetal resulta formidable, entre otras cosas, para la piel.

Si tu piel es seca, pasa un pepino por la licuadora. Añádele una cucharada grande de nata de leche o una cucharadita de leche en polvo. Haz una mezcla homogénea y aplícatela en la cara y el cuello. Mantenla no menos de 15 minutos. No cojas sol mientras la tengas puesta. Retírala con agua fresca.

Si tu piel es grasa, extrae el jugo pasándolo por la licuadora, añádele el zumo de un limón, y sigue el mismo procedimiento anterior. Para pieles normales, córtalo en ruedas y aplícalo directamente sobre el cutis. No tomes sol, frótalo sobre las manchas de la piel, e incluso, las ruedas frías hacen muy buen efecto sobre los párpados.

 

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