Es muy difícil encontrar una pareja en la que no haya quejas tanto de un lado como del otro sobre intereses, gustos, o hasta en la propia convivencia.

Los datos de las encuestas muestran que el 50% de las mujeres dice que su pareja no tiene en cuenta las cosas que a ella le gustan, y los hombres en esa misma proporción, se manifiestan de  que ya ellas los han dejado a un lado y que el sexo dejó de ser  prioritario en esa relación.

El problema realmente radica en la ausencia de comunicación entre ambos. Cuando se dice lo que se piensa para poder arreglar y llegar a un acuerdo, el problema se resuelve en la mayoría de los casos. Sin embargo, comienzan las burlas, o os improperios, o las peleas, y ninguno cede de manera tierna.

Tanto la vergüenza para comunicar de lo que se adolece, como la insatisfacción, provocan ese silencio que hace que para siempre se vaya abriendo un abismo.Y créanme, cuando ese abismo comienza a abrirse, si no se trata de cierra a tiempo, después será muy tarde y el paso de la vida no perdona.

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