Las leyes de muchos países prohíben el sexo en lugares públicos, mientras que otros se hacen de la vista gorda pues cada día hay más personas que prefieren las relaciones sexuales en lugares que excitan más al morbo por lo prohibido por la sociedad.

Lugares tales como parques, playas, ríos, carreteras, calles, y campos, han sumado otros preferidos para realizar sexo como museos, patios de colegios, iglesias, trenes, plazas, jardines, piscinas, clubes, entre otros muchos que son testigos de los deseos carnales de un momento de gran excitación sexual. 

Varias encuestas han demostrado que cuando una pareja está excitada, busca de inmediato donde relajar esa presión sexual que impone el deseo, pues afirman que una vez pasado el momento ya no es igual tener coito con tanta fuerza. También se ha comprobado que los deseos aumentan cuando se está en lugares públicos, y buscar un rinconcito más o menos escondido es más gustado  que llegar a una habitación para realizar el coito.

La excitación que produce el que te puedan ver, el espacio abierto, y la prohibición social, supera cualquier afrodisíaco que se respete de serlo.

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