Muchas son las personas que se sonrojan fácilmente. Tiene varios calificativos como son ruborizarse, avergonzarse o acalorarse. Esto tiene una explicación científica.
El rubor es una respuesta del organismo al experimentar tensión, como puede ser también la sudoración de las manos. Esto se produce como resultado de la vasocomprensión de los capilares sanguíneos que irrigan fundamentalmente la zona de las mejillas y las orejas.
Esta vasocomprensión consigue que la sangre circule a mayor velocidad, permitiendo una mayor frecuencia en el trasvase de nutrientes y oxígeno a las células del cuerpo. El cuerpo humano tiene sus mecanismos de defensas y este es uno de ellos.
Frente al peligro, generalmente, se acelera la frecuencia cardíaca y la respiración. A la vez, se activan otros procesos, el estómago produce jugos, la liberación de adrenalina por las cápsulas suprarrenales y la constricción de los vasos sanguíneos, de lo cual resulta como efecto colateral, el rubor facial.
Cada vez que tengo que hablar en público creo que echo humo por las orejas
Creo que no tengo vergüenza de nada, nunca me sonrojo.
Cuando me asusto me pongo como un tomate.
La vergüenza me delata enseguida.
Enseguida se nota que estoy asustada por el rubor facial.
La cara y las orejas se me ponen tan calientes y rojas que enseguida se me nota.