Lo que se aprende es que vestir para ir al trabajo, es un hecho de autoinvención y de autorevelación, que se realiza cada mañana. Y depende del oficio que realizas, así escogerás tu vestuario.

Si tu trabajo requiere buena apariencia y lo realizas en un lugar con buenas condiciones, debes esmerarte en lucir bien. Si por el contrario, utilizarás en esas horas un vestuario específico que hará que cambies el que traes al llegar a ese sitio, puedes lucir lo que te sea más acorde con tu edad y tus posibilidades. Conozco chef de restarurantes que se dirigen a su trabajo con ropas exquisitas, aunque luego la cambien por su vestuario específico.

Un vestido al estilo clásico resultaría elegante y no forzado, claro está, si tu talle esbelto le hace ver la distinción y lo jovial, así no le pasa el tiempo al vestido. No hace falta un traje ideal destinado a personas de 60 años para lucir refinada.

Los zapatos para el trabajo no tienen que ser aburridos, existen varias alternativas según la temporada. Pero sin dudas la comodidad es lo más importante a la hora de escogerlos. Recuerda que con ellos vas a pasar muchas horas en tu trabajo y sería bueno no llegar a la casa con los pies muy cansados.

Luego de atravesar las aguas de la moda y la edad, se termina manipulando la ropa para el beneficio propio. Debes detallar en tu figura, en las características de tu trabajo, en las horas que pasas en él, en fin, todos los detalles cuentan.

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