A  las personas tímidas se les ataca con críticas, sin embargo, tiene sus ventajas ser así porque hay algo de bueno en mantenerse a la defensiva.

Ser una persona que se retiene ante la espontaneidad es demuestra que no quiere perder la empatía, la lealtad, y trata de ser reflexiva y pensar dos veces antes de dar un paso.

También ser tímido proporciona algo de misterio a la personalidad, pues no está abierta como un libro en el que todos leen en seguida y descubren los secretos. Tener calma y sopesar los pasos es una virtud que solo los tímidos se atreven a tener, los otros, los decididos desde el inicio, no sopesan los pro y los contra y pueden comprometerse a circunstancias  nada agradables para el futuro.

 

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